
El gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, severamente cuestionado por la represión policial que siguió a las protestas por sus estrictas medidas contra el coronavirus, visitó hoy la Casa Rosada. Y más allá de cierta incomodidad en algunos funcionarios y algún “reto” desde Balcarce 50, el hombre del poder en la provincia norteña se llevó un gesto explícito de respaldo del Presidente.
El mandatario formoseño, que lleva 25 años ininterrumpidos en el poder, participó en el Museo del Bicentenario de Casa Rosada de la firma del “Acuerdo Federal para una Argentina Unida contra la violencia de género”, junto a otros once gobernadores. El apoyo llegó cuando subió al estrado a firmar el pacto: se acercó a Alberto Fernández, que lo palmeó afectuosamente, mucho más que al resto de los mandatarios.
También participó del acto la ministra de Justicia, Marcela Losardo, cuya continuidad en el cargo está amenazada. Losardo fue ubicada en la primera fila, junto al gobernador Áxel Kicillof. Originalmente, su presencia no estaba prevista hoy, lo que terminó transformándose en un nuevo gesto de apoyo. Al terminar el acto, no solo compartió charla y foto con distintas mujeres funcionarias, sino que se sumó a la foto grupal con el Presidente. Losardo y Fernández charlaron un par de minutos, barbijo de por medio pero muy cerca, antes de retirarse. Insfrán y Losardo se cruzaron, incluso, en el salón principal, pero no se dirigieron palabra.
Durante la mañana, en la Casa Rosada se dedicaron a desmentir el rumor de una reunión a solas de Insfrán con el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, para repasar las alternativas de la caldeada situación en la provincia norteña.
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Antes del acto, mientras algunos colegas como Sergio Zillotto (La Pampa) y Jorge Capitanich (Chaco) se hicieron ver en el Salón de los Bustos de la Casa de Gobierno, el mandatario formoseño fue directamente al museo y esquivó la requisitoria periodística. Antes de salir para Buenos Aires, envió sus saludos y su “feliz día a todas las mujeres formoseñas” en las redes sociales por el Día Internacional de la Mujer. Un detalle en medio de la crisis social que atraviesa su gestión, cuestionada por organismos internacionales de derechos humanos y la oposición política.
Losardo, en tanto, había llegado a la Casa Rosada sola y puntual. Se sentó en el sector derecho, destinado a los funcionarios. De ese lado, en la primera fila solo estaban ella, el gobernador Kicillof y el jefe de gabinete, Santiago Cafiero. Losardo no compartió la charla previa que animaron la ministra de Salud, Carla Vizzotti, las asesoras Cecilia Nicolini y Dora Barrancos, y la titular del Inadi, Victoria Donda. Más temprano, Losardo había encabezado en su ministerio el juramento de la subdirectora del Servicio Penitenciario, Sonia Mariela Álvarez, sin cámaras y casi sin testigos. Se mantuvo en silencio durante el fin de semana.
Su salida del gabinete, que en el Gobierno se consideraba un hecho, fue dilatada por el propio Presidente. Fernández no está conforme con el perfil “duro” y cercano al Instituto Patria de sus eventuales reemplazos, el diputado nacional Martín Soria y el actual viceministro, Juan Martín Mena.
El Presidente, que llegó a la Casa Rosada minutos antes de las 11.30 junto a su pareja Fabiola Yañez y al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, dejó en claro su respaldo público a Insfrán y también a Losardo. Gestos de apoyo en momentos de tensión en la provincia norteña y también en la interna del Gobierno.
Fuente: LA NACION