Era la primera misión del barco en el Atlántico Sur con el objetivo de colaborar con el control de la pesca ilegal. Hizo escala en Brasil y Uruguay pero le negaron el puerto de Buenos Aires

El flamante gobierno de Joe Biden ya experimentó su segunda molestia con el gobierno argentino en sus primeros días de gestión. La primera había sido el tuit con que la Cancillería pretendió saludar la asunción del presidente demócrata con una advertencia (“Argentina espera también que no se apueste a la desunión de nuestras naciones como en la etapa anterior”), rompiendo los cánones más básicos de la diplomacia.
La segunda sucedió este fin de semana, cuando se confirmó que el buque USCG Cutter Stone de la guardia costera de Estados Unidos finalmente no recalará en ningún puerto argentino durante su primer viaje al Cono Sur con el objetivo de reforzar la cooperación marítima regional para combatir la pesca ilegal en aguas del Atlántico Sur.
“Una evaluación exhaustiva de las condiciones halló desafíos logísticos que impiden el amarre de la nave en el puerto de Mar del Plata”, informó la embajada estadounidense en Buenos Aires el viernes pasado, dando marcha atrás sobre la escala que se había anunciado en diciembre pasado, como parte de una gira que incluyó escalas en Brasil, Uruguay y Guayana.
Pero detrás de esa escueta información oficial, según pudo saber Infobae de fuentes en Washington, se esconde un malestar en el Pentágono –que ya fue informado a otras oficinas clave en la capital estadounidense– por la escasa predisposición que mostró el gobierno argentino para que la misión se pudiera concretar.
El Palacio San Martín demoró la respuesta que se aguardaba en la capital estadounidense antes de la partida de la misión y finalmente dio a entender que se podría utilizar el puerto de Mar del Plata. Enseguida, desde Estados Unidos advirtieron que, por sus históricos problemas de dragado, el puerto marplatense no contaba con el calado de seguridad suficiente para que atracara un barco de la envergadura del USCG Cutter Stone. Por lo cual, pidieron hacerlo en el puerto de Buenos Aires.
Pero en Buenos Aires la respuesta fue negativa e insistieron en que la única posibilidad era Mar del Plata, donde ya sabían que sería imposible.
La escala tuvo que ser abortada y el último puerto sudamericano de la misión fue el de Montevideo.
Fuente: Infobae