Tras el reclamo de Cristina Kirchner por el «festival de importaciones», Martín Guzmán y Miguel Pesce dispusieron un endurecimiento de los controles para tratar de evitar la incesante salida de dólares.
La medida, que había sido adelantada informalmente el fin de semana, se terminó de concretar este lunes en una reunión de directorio del Banco Central. La decisión se conoce tres días después de que la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, negara la existencia de un «festival de importaciones».
Se espera además que la disposición del Central se complemente con medidas que tomarán el ministro de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli, y el titular de la Aduana, Guillermo Michel. Precisamente Cristina había puesto expectativas en los nuevos funcionarios.
Un hombre de Massa asume en la Aduana con el desafío de cortar los fraudes con las importaciones
El BCRA informó que «adaptó el sistema de pagos del comercio exterior, para responder a las necesidades extraordinarias de divisas para atender la importación de energía, con el objeto de sostener el crecimiento económico y el desarrollo de las pymes evitando maniobras especulativas sobre las importaciones».
Las medidas extienden el sistema de financiación de importaciones a las realizadas bajo Licencia No Automática y a la importación de servicios y tendrán vigencia por un trimestre, para dar tiempo a la normalización del comercio exterior.
Las pequeñas y medianas empresas quedan exceptuadas de las exigencias vigentes de financiar sus importaciones por un incremento de 15% respecto al año anterior, con un límite de hasta un millón.
En el nuevo esquema de pagos, mantendrán el acceso al mercado de cambios por el equivalente al promedio mensual de importaciones de 2021 más 5% o de 2020 más 70%. En cuanto a las Licencias No Automáticas podrán acceder al mercado a partir de 180 días del despacho a plaza.
También se dispuso en coordinación con el Ministerio de Desarrollo Productivo ampliar las posiciones arancelarias de bienes equivalentes a los producidos en el país que tendrán acceso al mercado a partir de 180 días y la de bienes suntuarios que podrán acceder a partir de los 360 días.
El endurecimiento del cepo para las importaciones intenta frenar el drenaje de divisas que impide acumular dólares en las arcas del Central y complica seriamente la meta de acumulación de reservas que firmó con el FMI.
Así lo expresó el ministro de Economía Martín Guzmán: «definimos una priorización del uso de las divisas para fortalecer la capacidad de acumulación de reservas».
La medida llega después de la definición de Cristina sobre el «festival de importaciones». La Vicepresidenta advirtió sobre medidas especulativas, dolarización mediante bienes de capital y maniobras fraudulentas en la administración del comercio exterior.
Esta lectura fue desestimada por el Guzmán. Según la lectura del ministro, «lo que ocurrió en la primera parte del año es que las importaciones de energía crecieron mucho. Esto es una realidad y es el problema».
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