
El gobierno de la Ciudad ratificará la continuidad de las clases presenciales, pese al fallo de la Justicia Federal, que establece la vuelta a la virtualidad.
Durante horas de la noche, habían dicho: “Está todo el equipo de abogados estudiando y analizando el tema”. Esa fue la escueta frase que salió desde el gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
Esta tarde, el Juzgado Federal en lo Contencioso Administrativo declaró la incompetencia de la justicia porteña y envió el expediente a la Corte Suprema, medida que deja sin efecto la cautelar planteada por padres y madres de alumnos contra el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de suspensión de las clases presenciales en la Ciudad de Buenos Aires.
Quien tomó la resolución es el juez de primera instancia en lo contencioso administrativo Esteban Furnari quien decidió dejar sin efecto la medida cautelar planteada por padres y madres de alumnos de la ciudad de Buenos Aires a favor de la presencialidad y que había sido avalada el domingo en una resolución por la sala IV de la Cámara en lo Contencioso y Administrativo y Tributario porteña.
El planteo de Zannini fue el que frenó la presencialidad
Ayer, la Procuración del Tesoro de la Nación había pedido la inhibitoria de la justicia porteña y que se mantenga la aplicación del decreto presencial que suspendía las clases presenciales por 15 días en el Área Metropolitana de Buenos Aires.
El planteo de la Procuración del Tesoro, que encabeza Carlos Zannini, fue presentado ante la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal y recayó en el Juzgado Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal Nº 2, cuyo titular es el juez Furnari, quien hoy se expidió.
Con el fallo de Furnari quedan suspendidas las clases presenciales en la Ciudad de Buenos Aires, en línea con las medidas restrictivas dispuestas por el Gobierno nacional en su DNU, hasta que la Corte Suprema de Justicia se exprese al respecto.
Fuente: LA NACION