
El pasado 31 de marzo falleció un niño de un año y medio de edad, tras
ahogarse en un canal ubicado a metros de la Ruta provincial 312. El hecho se produjo en horas de la tarde.
Denuncia
Alejandro Callata, habitante de la comuna de Choromoro ubicada
en Trancas, se comunicó con «El Observador de Tucumán» para dar cuenta
de lo ocurrido en La Higuera, expresando la información a modo de denuncia
pública: «Quiero informar que en horas de la tarde noche falleció un niño de
un año y medio tras ahogarse en un canal ubicado a metros de la Ruta
Provincial 312.»

Según manifiesta la fuente, el menor identificado como Josué Camino, habría
caído al canal y cuando su padre advirtió la situación, con ayuda de vecinos
logró rescatar al niño y lo trasladó por sus propios medios, debido a que la
ambulancia nunca llegó al lugar.
«El padre y los vecinos del niño llamaron a la ambulancia, entre ellos lo
sacaron del canal y le realizaron primeros auxilios. La ambulancia nunca llegó
entonces, el padre decidió llevarlo en su auto al caps. Hablé con la enfermera
que lo recibió ahí y me comentó que intentaron sacar el agua que el niño
tenía en el cuerpo pero no lo lograron reanimarlo, llegó sin signos vitales al CAPS».

Negligencia
Según Callata, lo ocurrido el miércoles pasado, tuvo un desenlace lamentable
por responsabilidad exclusivamente de las autoridades de la comuna, desde
María Olga Díaz (Delegada Comunal perteneciente al Partido Justicialista)
hasta sus colaboradores. «Queremos la presencia de los medios de
comunicación, que nos ayuden. Pido a los vecinos que también ayuden. No
es la primera vez que ocurre, llamamos a la ambulancia cuando tenemos una
emergencia y no aparecen las ambulancias, no hay personal suficiente para
atender en el CAPS». Manifestó que esta situación es recurrente y reiterada,
que afecta en el bienestar y la salud del pueblo.
A su vez, comentó que existen manejos turbios dentro de la comuna, señala
que es perseguido y recibió amenazas por parte de las autoridades «Me
usaron para trabajar prometiéndome que me pagarían un sueldo, hicieron que
prometa a los vecinos muchas cosas y cuando ganaron las elecciones, no
cumplieron con eso. Ellos aprovecharon porque yo tengo muchos familiares
en Choromoro y alrededores, entonces me usaron para la campaña. Al no
cumplir con esto mucha gente se enojó conmigo pero no me quedé callado y
a partir de eso es que no me dejan tranquilo».
Un trabajo a pulmón
Alejandro Callata es un joven de 22 años que sueña e
insiste en mejorar la situación de su comunidad, diariamente trabaja en horas
de la mañana para colaborar y solventar los gastos de la vida cotidiana de su
núcleo familiar pero también piensa más allá de su círculo. En horas de la
tarde de lunes a lunes y sin goce de sueldo, trabaja para un club de fútbol y
desempeña el rol de Director Técnico pero eso no es todo, en sus momentos
libres dedica esas horas a trabajar recolectando mercadería y vestimenta
para llevar a sus amigos que viven monte adentro, en los cerros de Trancas.
Esas montañas son testigos de habitantes que subsisten en condiciones
precarias, con casas tipo chozas, totalmente descuidados y olvidados por ese
sistema contra el que Callata lucha día a día. Este fin de semana largo,
emprendió un viaje a caballo para colaborar con estos amigos ofreciéndoles
las donaciones que llegó a reunir en una colecta. “A pesar de las lluvias y el
frío, aún así llegué al cerro para dejar las donaciones”.
Pedido de ayuda

Callata hace un llamado a la solidaridad a sus vecinos y a
todo aquel tucumano que se haga eco de sus reclamos. Como medidas
próximas a tomar, planteó la posibilidad de realizar cortes de ruta e impedir el
acceso a la comuna de Choromoro, bajo el pedido urgente de gestiones a
favor de los pobladores, por mejoras en los servicios de uso común y urgente
acción por parte de las autoridades.
«Por favor necesito su ayuda para poder salir adelante, ya no tengo miedo,
pero no podemos seguir viviendo así, pido a los vecinos que me acompañen».
María Celeste Sotelo, para EL OBSERVADOR DE TUCUMÁN