La directora nacional de Migraciones, Florencia Carignano, admitió horas atrás a través de sus redes sociales, que “el personal de sanidad de las provincias no está trabajando las 24 horas”, por lo que los pasos fronterizos argentinos, a diferencia de lo que ocurre en la mayor parte del mundo, no se encuentran abiertos todo el día.
En efecto, se trata de una evidente falta de coordinación entre el gobierno nacional y los provinciales, que no lograron ponerse de acuerdo en la responsabilidad por los controles de PCR y de los certificados de vacunación. Así, al no existir una coordinación conjunta, los pasos se encuentran librados a la voluntad de los gobernadores y de las autoridades sanitarias locales.
Los errores del gobierno nacional en la materia ocasionaron grandes problemas para aquellos que entran y salen del país. Tras los cortocircuitos con las autoridades provinciales, aquellos que lleguen a un paso durante el horario de la noche deben esperar a que lleguen las autoridades para poder llevar adelante los trámites. En algunos casos, la espera se estira a varias horas.
Los problemas no son nuevos. Hasta los últimos días del mes de noviembre, y a pesar de que el gobierno nacional había levantado las restricciones para el turismo internacional y el ingreso de viajeros extranjeros no residentes, sólo 28 de los 135 pasos fronterizos del país se habían habilitados como corredores seguros. Los 107 pasos restantes de fronteras internacionales se encontraban cerrados. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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