Las etiquetas ya no cuajan en la sociedad actual, afortunadamente cada persona puede elegir libremente y no existen más los prejuicios respecto a la orientación sexual. Y en esa línea, Guillermina Valdés siempre exhibió su inteligencia emocional y procuró estimular desde su intervenciones en lo público.
En esa línea, la modelo narró el tenor de la conversación que protagonizó como madre con su hija Paloma Ortega, una charla que brotó cuando transitaba por los dieciséis años, y que se configuró con diferentes estadíos, sobre todo por las sensaciones que inundaban a la adolescente.
En cuanto a ese preciso instante, Guillermina describió: «Ni siquiera soy pro diversidad, porque no registro las diferencias. Me lo contó llorando, con angustia, y después se quedó encerrada en su cuarto durante un tiempo”.
Movilizada por el semblante de su pequeña, por el peso específico de la valentía que ejecutó la adolescente para compartir esa información con su madre, Valdés narró sus emociones de ese episodio: «La vi angustiada y le dije: ´Palo, contá conmigo para lo que sea´”.
A los días de esta aparición en el plano público de la pareja de Marcelo Tinelli, de esa descripción en los medios del capítulo de su vida en que le contó su orientación sexual, Paloma tomó una decisión y reaccionó de una manera peculiar en sus redes sociales.
La joven mostró un viaje muy estimulante que realizó a Italia, más precisamente a Milán. En ese contexto de su estadía en Europa, Paloma envió un mensaje, una especie de exposición de su pensamiento sobre la trascendencia que adquirió la revelación de su mamá.
¿Qué hizo la joven? Resulta que la hija de Sebastián Ortega publicó varias fotos en un museo y escribió una frase ingeniosa: “¿No pakis?”. Un término que refiere al modo en que los homosexuales se refieren a los heterosexuales.
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