El lunes será un día crucial para la pelea de poder que recién está comenzando entre el gobernador Juan Manzur y su vice Osvaldo Jaldo.
La Legislatura se reunirá para elegir al próximo Defensor del Pueblo. El peronismo por primera vez muestra una profunda división interna, como fruto de la pulseada que se viene gestando desde tiempo entre los dos máximos referentes del PJ.
Jaldo busca imponer al legislador Lalo Cobos en la Defensoría, mientras que Manzur mueve los hilos para que ningún candidato logre los 25 o 26 votos (según las interpretaciones) necesarios para la postulación.Si no hay mayoría absoluta no podrá elegirse Defensor del Pueblo, y el conflicto se profundizará en las próximas semanas.
El peronismo hoy está dividido.
Los operadores de Manzur señalan que el gobernador considerará directamente como un opositor al Poder Ejecutivo a quien vote por Cobos.
En la Casa de Gobierno no creen que Jaldo consiga dentro del PJ los 25 o 26 votos necesarios para consagrar a Cobos.En la avenida Sarmiento confían en la lealtad prometida a Jaldo por el grueso de los legisladores.
En el caso de que no les alcanzaran los votos, piensan en conquistar el apoyo de algunos de los 14 reales o supuestos «opositores».
En el mundillo político, las miradas apuntan especialmente hacia los peronistas funcionales de Fuerza Republicana.
En las redes sociales ironizan sobre la voluntad permanente del multimillonario Ricardito Bussi para entregarle su apoyo desinteresado al peronismo al que asegura querer erradicar desde hace 25 años, mientras multiplica su fortuna.
Bussi estaría escuchando ofertas, sin bajar todavía el martillo. Sabe que la puja entre los dos sectores está elevando minuto a minuto el valor de la subasta.
Ricardito esperaría hasta último momento y luego pasaría a retirar lo suyo.
Los recursos del PJ le servirían para aceitar su frente «antiperonista», que ya sumó a Mariano Campero y se proyecta como otra jugada política de altísima rentabilidad.
Fuente: Contexto
